La modelo lo pasó realmente mal tras el parto de su hija, es más, estuvo ingresada en la UCI porque perdió mucha sangre.
Después del susto que vivió Alice Campello con el nacimiento de su hija Bella, poco a poco va volviendo a la normalidad, continuando con sus rutinas y adaptándose a su buena vida siendo mamá de cuatro niños. La modelo ha sido vista en la capital madrileña paseando con sus niños, acompañada por algunas cuidadoras que trabajan en su hogar.
El lugar que han elegido para este paseo ha sido el Parque El Retiro de Madrid, ubicado en el centro de la ciudad. Ahí ha sido fotografiada mientras los niños mayores, los mellizos Ale y Leo, iban en unos triciclos, y ella sostenía en sus brazos a la pequeña Bella. El que no ha podido ser visto en esta salida familiar ha sido Edo, el mediano, y lo miso ha sucedido con su marido Álvaro Morata, que estaría cumpliendo con su trabajo. Una de las cosas que ha llamado la atención ha sido el semblante serio de Alice Campello, quizás por el sol cegador o por las bajas temperaturas que azotan la península. La aparición de la modelo en Madrid se ha producido tan solo unos días de que contara cómo casi pierde la vida tras el nacimiento de su cuarta hija.
El lugar donde ha contado lo mal que lo pasó fue en la televisión italiana, de su país natal, revelando que le tuvieron que hacer, nada más y nada menos, 17 transfusiones de sangre, algo por lo que pudo salvar su vida. Por ello estuvo en la UCI, y su marido estuvo pendiente de ella en todo momento, aunque también estuvo muy preocupado. Afortunadamente, todo eso ya está olvidado y está disfrutando de este momento tan especial después de haber cumplido el sueño de convertirse en madre de una niña. Tuvo una hemorragia muy fuerte
"Bella ha nacido el día 9 y es maravillosa. La mamá, desafortunadamente y después de que el parto haya ido muy bien, ha empezado a tener complicaciones que nos han asustado mucho. Ahora mismo está en la UCI de la Clínica Universidad de Navarra cuidada por los mejores médicos y poco a poco se está recuperando muy bien... ella es muy fuerte", decía Morata. Tars esto, ella está muy agradecida por todo el cariño que ha recibido: "Le vi la cara y estaba pálido, destrozado", dijo de su marido. En cuanto a cómo sucedió todo, contó en la televisión italiana: "Tuve una hemorragia fuerte y fue terrible. Los médicos no podían detenerla y permanecí doce horas en el quirófano, donde me entubaron y me hicieron 17 transfusiones de sangre. Si no hubiera parado el sangrado, habrían tenido que extirparme el útero y, de lo contrario, habría muerto. Fui al hospital pensando que sería uno de los mejores días de mi vida, pero terminó así".