La Duquesa de Alba falleció el 20 de noviembre de 2014 a los 88 años, dejando a sus hijos, nietos y a su viudo totalmente desconsolados. Una vez ha pasado el tiempo conveniente se abrió el testamento, donde estaba escrita su última voluntad.
La lectura se esperaba con ansia, ya que aunque la Duquesa de Alba repartió su herencia en vida para poder casarse con Alfonso Díez en 2011, podía haber sorpresas con las últimas voluntades y la legítima, todo dejado bien atado por Doña Cayetana. Como publica LOC, la ceremonia se celebró en el bufete Ramírez & Crespo, abogados de la Casa de Alba, y contó con la presencia de los seis hijos de la XVIII Duquesa de Alba y de su tercer marido, Alfonso Díez.
En el texto se reflejó el deseo de la Duquesa de Alba de que su marido se quedara con los derechos legítimos que se reconocen al cónyuge en el Código Civil. El resto, repartido entre sus seis hijos y la Fundación Casa de Alba, a cargo del primogénito, Carlos Fitz-James Stuart, XIX Duque de Alba cuando se proceda legalmente a la sucesión.
Renuncia por dinero y cuadros
Además del tercio de libre disposición que le deja a su marido, Doña Cayetana deseaba además que Alfonso Díez no pasara penuria alguna, por lo que había comentado, aunque no por escrito, que quería que el palentino tuviera una pensión vitalicia de 6.000 euros al mes más un piso en Madrid.
Pese a que Alfonso Díez sí reclamaría lo que quería Doña Cayetana para él, los hijos de la Duquesa de Alba le han ofrecido capitalizar ese tercio de libre disposición, que tendría que ser dinero en metálico y cuadros. Habrá que ver si todos quedan conformes.