Alfonso Díez ha pasado un fin de semana con sabor agridulce. El pasado 15 de noviembre cumplió 64 años, pero lo hizo con la mente puesta en otra parte, en el estado de salud de su mujer, Cayetana Fitz-James Stuart, que desde este domingo está ingresada en la UCI por una neumonía.
Es por eso que la única vez que el Duque consorte de Alba ha salido del Palacio de las Dueñas, donde reside la pareja, ha sido para acudir a una tienda sevillana, donde su esposa encargó el regalo para su cumpleaños, unas botas.
Un amor contra todo
Alfonso Díez lleva tres años casado con la XVIII Duquesa de Alba, que le convirtió en aristócrata por matrimonio. Con esa boda, celebrada el 5 de octubre de 2011, los Duques de Alba sellaron una historia de amor que pasó por muchas dificultades por la oposición de los hijos de Doña Cayetana al matrimonio.
Tras el reparto de la herencia de la Duquesa de Alba, los seis vástagos accedieron, y a día de hoy mantienen una excelente relación con el tercer marido de su madre, quien no se separa de ella más que lo imprescindible. Ahora, no se mueve de su lado.