El colaborador de televisión está viviendo unos momentos complicados tras la muerte de su hijo y está rodeado de familia.
Alessandro Lequio poco a poco va volviendo a su día a día, aunque le cueste. El colaborador de televisión ha sido visto paseando cerca de su casa acompañado de su hija Ginevra, y juntos han ido a hacer algunos recados. En estos momentos tanto la niña como su mujer, María Palacios, son sus principales apoyos después de la muerte de su hijo Álex fruto de su relación pasada con Ana Obregón.
Fue el 13 de junio de 2020 cuando se cumplió el primer mes desde su muerte, un mes que ha sido muy duro tanto para él como para la actriz. El joven murió con 27 años tras una lucha de dos años contra el cáncer, después de que fuera diagnosticado en la primavera de 2018 y se trasladara a Estados Unidos para recibir tratamiento. Desde ese momento tanto su madre como su padre estuvieron al pie del cañón, apoyándole de manera incesante hasta sus últimos días, muy dolorosos para toda su familia. Ha sido en este paseo cuando se le ha podido ver serio, cabizbajo y con un rostro bastante triste por las circunstancias con las que ha tenido que lidiar al despedirse de su hijo. La niña, a la que su hermano adoraba como enseñó en más de una ocasión a través de las redes sociales, será la que poco a poco irá devolviendo la sonrisa a su padre para que pueda superar estos momentos tan complicados que está atravesando.
Su hijo Clemente, nacido de su relación con Antonia dell'Atte es otro de sus apoyos, y es que él también se mostró desolado tras la muerte de su hermano, con el que estuvo años sin tener ningún tipo de relación y con el que no pudo recuperar el tiempo perdido como aseguraba en una de sus publicaciones en su cuenta de Instagram.
Los padres de Álex Lequio, unidos por su tristeza
Más allá de buscar apoyo en su familia, el televisivo acude con normalidad a visitar a Ana Obregón, quien está al lado de sus hermanas Celia y Amelia, y pese a estar muy triste, al menos según aseguran ellas, se encuentra bien. Otro duro golpe la sacudió antes de que se cumpliera un mes de la muerte de su hijo, puesto que se murió su perrita Luna, a la que consideraba su mejor amiga y con la que se quiere reunir muy pronto, porque espera que esté ahora con su hijo.