La disputa judicial entre Alejandro Sanz y la que fue durante muchos años la agente del cantante, Rosa Lagarrigue, ha provocado que salga a la luz una de las supuestas venganzas del cantante contra su exmánager. Después de conocer que la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 74 de Madrid, aunque aún no es firme, resuelve la batalla judicial a favor de la representante y obliga a Sanz a indemnizarle con 5,4 millones de euros por romper de forma unilateral el contrato que les unía, se ha desvelado que Alejandro Sanz le arrebató a Lagarrigue quitándole a una de sus más relevantes clientes: Malú.
En el fallo judicial, al que tuvo acceso El Mundo, se analiza en cuestión el apartado en el que se presenta el supuesto daño que el cantante habría ocasionado a la agente con la que estuvo trabajando durante 25 años y la que debe su repercusión y proyección internacionales. Lagarrigue asegura que el cantante se ha estado dedicando a "denostar la imagen de su empresa, RLM, sosteniendo ante propios y extraños que no pasa nada por incumplir los contratos de representación artística".
En cambio, el cantante culpa a Lagarrigue de haber "maniobrado de manera desleal", como la negociación que llevó a espaldas del cantante con Universal. Además, Sanz considera que su exmánager se estuvo aprovechando de la libertad que le confirió para poder manejar todas sus cuentas. De ahí viene que Sanz también atribuya a Lagarrigue que estuviera cargando a su propia empresa costes de personal y de estructura que le correspondían a RLM sin consultarle en ningún momento.
La venganza por Malú
Rosa Lagarrigue afirma que Sanz llevó a cabo una operación para que la cantante Malú se separase profesionalmente también de RLM. Una acción por la que la representante reclama 500.000 euros al cantante. Y aunque el juzgado siempre ha ido dándole la razón a Lagarrigue con sus pretensiones económicas, incluso cuando llegó a reclamar 7,7 millones de euros en un principio, rechaza que deba ser indemnizada también por el caso de Malú después que se difundiera en el sector de la música que no es una mánager de fiar.