El cantante se ha visto en la obligación de defenderse de las críticas recibidas por hablar de la oleada de violencia en Ecuador.
Alejandro Sanz ha estallado después de que haya sido insultado a través de las redes sociales, donde es muy activo. El cantante ha recibido varios mensajes de índole política que le han molestado mucho, es por eso que ha querido defenderse porque considera que algunas personas se han equivocado por usar varios adjetivos para catalogarle que, a su juicio, están fuera de lugar.
En su cuenta de X -antes Twitter-, ha escrito lo siguiente: "Me han llamado fascista y comunista por decir que la violencia no es el síntoma sino la enfermedad. Así está el nivel. Váyanse bien lejos con sus ideologías de pacotilla. Yo soy persona e intento entender a todo el mundo. ¿Te jode? Me importa un carajo...". Tras esto ha añadido: "No se asusten, es parte de una canción".Esta reacción ha llegado después de que le hayan tachado de 'fascista' y 'comunista', dos aspectos que en realidad poco tienen que ver, porque ha hablado de la gran oleada de violencia que se ha extendido en Ecuador, país donde está muriendo gente inocente por este motivo. Su mensaje ha llegado después de pronunciarse sobre la impactante muerte de su compañero de profesión, el ecuatoriano Diego Gallardo, a causa de un disparo cuando acudía al colegio de su hijo a buscarle.
"Siento un gran dolor por lo ocurrido en Ecuador. Desde lejos os mando mi cariño y mi ánimo para el pueblo ecuatoriano. La violencia no es un síntoma, es la enfermedad. Toda la fuerza y todo el cariño para la gente de bien", decía para castigar lo que había sucedido a través de sus palabras.Víctimas inocentes
El cantante murió el martes 9 de enero de 2024 tras recibir un disparo cuando se dirigía a recoger a su hijo al colegio, y de esta manera se ha convertido en una víctima más de la oleada de violencia que se está dando en Ecuador. Gallardo forma parte del grupo de personas asesinadas a tiros en Nobol, en la provincia ecuatoriana de Guayas, según informaron medios locales. Junto a él, perdieron la vida al menos una decena de personas, entre las que figuran dos policías.