El enfrentamiento que protagonizaron Terelu Campos y Oriana Marzoli en 'Sálvame' ha traído consecuencias. Las dos se enzarzaron en una álgida discusión con Alejandra Rubio en el centro de todos sus alegatos, situándola entre la espada y la pared al ver cómo su progenitora y su amiga se ponían a parir. Finalmente, la joven se posicionó del lado de la mujer que le dio la vida y así de claro lo dejó a través de la sección de historias de su cuenta de Instagram: "¡Mi madre es una madre estupenda! No tengo nada más que decir".
Pero la cosa no termina ahí, sino que como buena millennial que es, Rubio ha dejado de seguir a Marzoli en sus redes sociales y ha borrado el comentario de apoyo que le dejó cuando la venezolana confirmó que sería una de las concursantes de la edición de 2018 de 'Gran Hermano VIP'.
Por su parte, la ganadora de '¿Volverías con tu ex?' le devolvió el unfollow y 'se olvidó' de mencionarla en la parrafada que soltó sobre lo mucho que echaría de menos a sus amigos; Liz Emiliano, Aless Gibaja y Yasmina Quejigo, durante su estancia en la casa de Guadalix de la Sierra. Así, parece que a las incondicionales se les ha terminado con su amistad y más pronto que tarde pueden acabar protagonizando el Enemigas Intimas semanal de Bekia.
La familia primero
Lo cierto es que no resulta extraño que Rubio se haya posicionado del lado de Terelu, y es que las dos mantienen una relación muy especial. La influencer se adelantó al cumpleaños de su madre y le mandó una tierna felicitación a través de Instagram en la que adjuntó algunas fotos de ellas juntas. Una vez que llegó el día del aniversario, ambas lo celebraron cenando en un restaurante con Lobo, el novio de la it girl, y después disfrutaron de un concierto de Bunbury en el que la colaboradora hizo gala de sus dotes de baile.