Pese a que su ruptura fue buena, cordial y cercana, manteniendo una excelente relación desde ese momento, su hija ahora ha confesado que lo pasó mal y que habÃa cosas que no lograba entender. "Cuando era pequeña, tú quisites que fuera al psicólogo y yo le contaba cada mentira... Tú querÃas que fuera al psicólogo porque era muy celosa contigo", ha empezado comentando Alba DÃaz a su madre en el podcast que la diseñadora tiene.
"Cuando lo dejaste con papá, yo no entendÃa que tú pudieras seguir con tu vida, era raro, porque él siguió con su vida y lo vi bien, pero contigo tenÃa ese apego que no podÃa, me sentÃa sola... En el caso de papá llegó Virginia y crecà con ella, no tuve que asimilarlo... me daba mucho coraje que tú tuvieras novios", ha comentado.
Y es que, tal y como ha revelado, su infancia no fue fácil. A lo largo de varios años ha estudiado en seis colegios diferentes y se ha mudado varias veces de Sevilla a Madrid y de Madrid a Sevilla. "Yo no lo entendÃa. Nunca podÃa hacerme a un grupo, nunca tenÃa una estabilidad, una ciudad, nunca volvÃa al mismo colegio... Echaba de menos eso, tener un hogar, un grupo de amigos. Yo no tengo un grupo de amigos, soy una persona muy solitaria, eso lo echo de menos y a veces pienso: 'Qué pena no haberme quedado en Sevilla para tenerlo'", ha reflexionado.
Adora a sus padres
Eso sÃ, se ha mostrado agradecida por la buena relación que tienen sus padres, aunque ha matizado que también ha sentido que ha tenido ciertas carencias. "Era muy rebelde porque me sentÃa muy incomprendida, me he sentido sola, como que no encajaba", ha añadido. Lo que ha dejado claro es que no cambiarÃa a sus padres: "De ti me gustan muchas cosas", le ha dicho a su madre. "Me has dejado ser, me has dejado vivir experiencias, viajar, conocer gente, has confiado en mÃ... Eres muy estricta, pero lo haces por mÃ. Mi padre es más tranquilo, dice las cosas de otra manera. Eres un ejemplo como mujer, como madre, como hermana, como hija, siempre estás, eres muy generosa...", ha dicho.
Después ha contado todo lo que le gusta de su padre: "Lo mejor son sus manos. Yo miro sus manos y lloro, tengo una debilidad con sus manos... Es una persona muy especial, que ha sido capaz de dejar a un lado ese sufrimiento que ha podido tener. No tiene maldad, es muy bueno. Cuando empecé a suspender me dijo: Yo soy tu padre, pero puedo dejar de ser tu amigo'. Y ahà me cambió todo porque tenerle como amigo era maravilloso".