La influencer ha hablado de su situación privilegiada y de cómo muchos influencers se quejan sin sentido.
Alba Díaz ha hablado de al vuelta a la rutina a través de sus redes sociales, un medio en el que sabe ganarse bien la vida porque tiene más de 400.000 seguidores en su cuenta de Instagram. La hija de Vicky Martín Berrocal se ha mostrado muy agradecida, y de paso ha hecho una crítica de algunos compañeros influencers por cómo enfocan las cosas en sus cuentas. Lo que ha hecho es mostrar su rechazo hacia algunos de sus compañeros que en las últimas horas han preguntado a sus seguidores si, al igual que ellos, tenían ganas de 'volver a la rutina', una rutina que es muy diferente de unos a otros. "No, no les pasa porque la gente que se dedica a algo que no es creador de contenido o que no tiene una empresa y que no puede permitirse tener los días libres que le de la gana, tiene una semana de vacaciones o diez días, a no ser que se los quite de Navidad. Me da una pena tener que leer estas cosas", ha comenzado, dando a entender que muchos hablan de rutina cuando realmente nunca la tienen como el resto de los mortales. "Hay que leer estos comentarios cuando hay gente que ha tenido cinco días después de la tralla del año que llevan currando", ha comentado. De esta manera ha hablado de su situación privilegiada: "Yo soy una tía súper agradecida. Aunque yo viva lo que viva no voy a negar nunca de dónde vengo, lo que han currado mis padres en ese aspecto y la suerte que han podido tener. Yo no voy a ir de que yo no tenga una vida privilegiada porque es que la tengo y sería muy hipócrita si dijera que no y no voy a mentir a nadie, lo que nunca voy a hacer es soltar este tipo de comentarios que hacen tantísimo daño", ha dicho, estallando.
Mientras, ha defendido a otros influencers que, como ella, aprovechan las oportunidades y lo agradecen sin quejarse todo el tiempo: "Es muy duro ver cómo gente que se dedica a lo mismo que yo hace estos comentarios y cómo nos afecta a los que nos dedicamos a lo mismo y que somos normales dentro de lo que podamos vivir, que tenemos los pies en el suelo y nos rodeamos de gente normal...". Muy crítica
Su mensaje ha terminado de esta manera: "La educación y la empatía viene de casa. Es cuestión de saber que tienes un altavoz y tener cuidado con cómo eres y con lo que dices e igual que hay privilegios, hay que tener responsabilidad".