En los últimos meses la imagen de Alba Carrillo ha pasado de ser de 'la pobrecita esposa' a la 'polémica televisiva' que se aprovecha del tirón y que de tonta no tiene un pelo. La letrada Teresa Bueyes, quien se encarga de estudiar las condiciones de la modelo en cuanto a su divorcio con el tenista toledano Feliciano López, no solo se ocupará de que su defendida salga airosa de este proceso, sino que también intentará limpiar la imagen que se ha ido creando la modelo desde que anunció su ruptura.
Detalles y pormenores del divorcio
Parece que todo el proceso que se extiende desde principios de verano, cuando se anunció que Feliciano López y ella habían puesto punto final a menos de un año de matrimonio, todavía tiene mucho camino por delante, y podría dar un giro tremendo dependiendo de la actitud que adopte Carrillo ante los medios. Un amigo de la susodicha dice ella: "Alba es así. Puro carácter. No suele pensarse las cosas y prefiere guiarse por los instintos".
Lo cierto es que la modelo parece que estaría dispuesta a hablar largo y tendido sobre todo el proceso de divorcio y contar ciertos detalles que hasta la fecha no han sido contados. Dentro de estos 'secretos' que sacaría a la luz trataría temas como sus pretensiones económicas, uno de los puntos más relevantes y también conflictivos hasta el momento. Se trataría de destapar la cláusula que firmó cuando hicieron la separación de bienes y por la que renunció a los gananciales correspondientes de los seis meses anteriores.
Proceso largo y tedioso
Este proceso en el que su letrada trabaja profundamente sigue teniendo altos y bajos, sin olvidar que el entorno del deportista calificó las condiciones que puso sobre la mesa Alba Carrillo como un auténtico despropósito.
No se sabe si llevará a término estos deseos de sacar a la luz los pormenores del proceso en el que, sin comerlo ni beberlo, se ha visto envuelta. Por otro lado, su nombre sigue estando entre los señalados para la participación en el programa de Telecinco 'GH VIP', donde podría codearse con caras conocidas como al del exrepresentante de Belén Esteban, Toño Sanchís, o Gemma Sánchez, amiga de Bigote Arrocet. De momento, ella desmintió que estuviera negociando su entrada.