Cuando Aitana estaba dentro de la Academia, ajena a todo lo que pasaba fuera y sin gestionar al 100% sus redes sociales, ya se había convertido en la concursante de 'Operación Triunfo 2017' más seguida. Cuando salió y se encontró con más de 400 mil followers se sorprendió muchísimo. Pero a día de hoy esta cifra parece ridícula al lado de sus los más de 1,1 millones que tiene actualmente.
En su cuenta de Instagram la triunfita comparte casi lo que hace día a día, motivo por el cual ha conseguido ganarse el cariño de tanta gente. Por eso quiso colgar un pequeña de galerías fotográfica de su descanso en la piscina junto a su inseparable amiga Amaia. Y, como era de esperar, estas instantáneas volvieron locos a todos sus seguidores. En menos de 24 horas ya cuenta con casi 500.000 likes y más de 10.000 comentarios. Actualmente los 16 concursantes de esta última edición de 'Operación Triunfo' se encuentran en un descanso en medio de la gira española que retomarán el próximo 6 de julio en Murcia tras haber pasado por distintos puntos de la geografía como las Islas Canarias, A Coruña, Pamplona y un largo etc.
No exenta de polémica
Pero tanto éxito en las redes tiene su lado bueno y también su lado malo. 1 millón de seguidores son un millones de personas aprobando o desaprobando todo aquello que haces y el lado amargo de todo esto ya es algo que la joven catalana ha vivido en sus propias carnes (literalmente). Fue durante su viaje a Los Ángeles el pasado mes de mayo de 2018 para grabar el que será su primer disco cuando fue el centro de su primera polémica: unas inofensivas fotos en una playa se convirtieron en el blanco perfecto de las críticas. No es ninguna sorpresa que Aitana es una chica joven y con un cuerpo perfecto para cumplir con el canon establecido, pero al parecer a muchos de sus seguidores en su día que subiese una foto en bikini les pareció que era un mal ejemplo para sus seguidores y que estaba transmitiendo el mensaje de la extrema delgadez.
Esto no fue algo sencillo de gestionar para ella que rápidamente borró las fotografías. Muchos de sus fans le mandaron mensajes de apoyo y acabó haciendo un comunicado oficial a través de su cuenta de Twitter explicando que había decidido eliminar la publicación porque no quería enfrentarse a ese problema pero que era consciente de que tiene que querer su propio cuerpo tal y como es y transmitir ese mensaje como buena influencer. Dicho y hecho. Pocos días después volvió a compartir las mismas fotografías con un fuerte mensaje de autoaprobación.