Aída Nízar ha regresado a España tras convertirse en una de las finalistas de 'Resistiré', reality de la televisión chilena. La exconcursante de 'Gran Hermano' ha ofrecido una entrevista a Jaleos en la que ha contado con pelos y señales como ha sido su experiencia.
"Me he sentido exhausta. Ninguna palabra podría describir el sufrimiento físico y mental que he padecido, pero me ha compensado el poder abrirme camino en el mundo de la televisión en mi adorada Latinoamérica. Es, sin duda, el concurso extremo con los desafíos más duros que existen en el panorama televisivo mundial. Me siento muy orgullosa de haber llegado a la final gracias mi actitud mental positiva y esa fuerza descomunal que aprendí de mi grandiosa madre. Hace unos días escuchaba a Jordi González decir que 'Supervivientes' era el reality más duro, y os aseguro que en comparación con 'Resistiré', 'Supervivientes' supone unas vacaciones", cuenta la televisiva sobre su participación en el programa.
La vallisoletana asegura que en Chile las estrellas de televisión son más respetadas y mejor tratadas que en España. " En el mundo latinoamericano Aída es un icono. Lo mismo me sucedió en mi amada Italia, porque soy una mujer pasional, muy capaz, inconmensurable y arrolladora que desconoce los miedos y no ve jamás los límites. Adoro mi trabajo y hago que el mundo adore su vida. En España, por el contrario, siendo un genio que bate récords de audiencia y muy querida por los jefes y espectadores, me he sentido menos valorada, quizás porque no acepto cachés absurdos. Yo amo mi trabajo pero no me regalo como hacen tantos por el mero hecho de dejarse ver en la tele. Hay mucho 'yonki' de la televisión", explica.
Su momento más duro
Además, la que fuera reportera de 'Sálvese quien pueda' ha hablado de su momento más duro en el concurso, por el cual tuvo que ser hospitalizada. " Sufrí un ataque con una hipotermia. Aída volvió a nacer en Resistiré. Sentí que me moría, pero Dios no me quiso llevar dado que aún tengo mucho que enseñar en este mundo. Fue un durísimo momento en el que pasa toda la vida en fotogramas mentales. Aída ahora tiene dos corazones y dos vidas", relata Aida Nízar.