Ha pasado un año desde que Amaia Salamanca dio a luz a su primera hija junto al empresario Rosauro Varo, una niña a la que llamó Olivia y a quien pudo llevarse a casa tan solo dos días después de haber dado a luz.
Lamentablemente un año después del mejor día de su vida no ha tenido una celebración como ella hubiera querido, ya que pasó parte de esta jornada tan especial en un hospital de Madrid, donde pasó dos horas visitando a un ser querido.
Todavía no presume de embarazo
La actriz salió de allí con gesto de preocupación y se dirigió junto a un amigo hasta el aparcamiento, donde tenía su coche. Allí, en la puerta del vehículo en el que llegó hasta el centro médico, ambos se despidieron con un sentido abrazo. Quizás de vuelta a casa pudo reunirse con su familia para que la pequeña Olivia soplara las velas con sus papás.
Amaia Salamanca, que seguía luciendo pelo amarillo que lleva desde hace semanas, se llevaba un chaquetón estampado, pantalones vaqueros y unos botines. Pese a que está embarazada de su segundo hijo, la intérprete no mostró signos de esperar un hijo, ya que además del abrigo se puso el bolso por delante de la tripa.