Al tiempo que Pedro J. Ramírez publicaba en las redes sociales una fotografía en la que aparece posando junto a la mujer que ahora ocupa su corazón, la abogada y activista proderechos humanos Cruz Sánchez de Lara, se firmaba un acuerdo amistoso de separación con la diseñadora.
Según detalla Informalia, la ya expareja no quiere tener que acudir a los Tribunales para repartirse sus propiedades, prefieren hacerlo todo de mutuo acuerdo en la intimidad y sin pleitos. Para ello han recurrido a una pareja de amigos abogados que se está encargado de todo lo necesario.
Así, Ágatha Ruiz de la Prada se quedará a vivir en el dúplex del Paseo de la Castellana -su vivienda habitual- junto a sus hijos Tristán y Cósima, así como la casa de veraneo familiar de Mallorca. Asimismo, la modista seguirá teniendo en propiedad el piso de París que le regaló su futuro exmarido, mientras que este se quedará con la vivienda de Londres que compró él y, por tanto, está a su nombre.
Tristán y Cósima se quedarán con su madre
Por ello nunca imaginó que su marido le iba a decir que tenían que hablar y le iba a pedir el divorcio por estar compartiendo su vida con otra persona. Para Ágatha Ruiz de la Prada fue una "sorpresa total" de la que está tratando de recuperarse. Más aún teniendo en cuenta que el día antes de la confesión habían hecho un reportaje familiar para el número de noviembre de Vogue en el que todo era felicidad. Ahora eso solo es un recuerdo del pasado: "Vogue tiene la última foto de Pedro J. y yo juntos por siempre jamás", aseguró muy tajante al confirmar los rumores de separación.