La diseñadora se ha mostrado muy cariñosa con su nuevo novio en un romántico paseo por Madrid. Ambos no se esconden y no tienen ningún problema en mostrarse juntos en público.
La vida vuelve a brillar para Ágatha Ruiz de la Prada que, después de su traumático divorcio de Pedro J. Ramírez, ha vuelto a sonreír gracias al médico psiquiatra Juan Coullaut. La diseñadora parece haber superado ya esa dura etapa y poco a poco está rehaciendo su vida con un nuevo amor.El pasado 29 de octubre se confirmaba la separación de Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada que ponía fin a 30 años de unión con dos hijos en común. El periodista fue el primero en rehacer su vida, ya que la abandonó por la abogada Cruz Sánchez de Lara, con quien sigue actualmente. Ahora es ella la que ha decidido dejar atrás el pasado y mirar hacia el futuro con nuevos ojos, ojos que se encuentran otra vez enamorados.
El culpable de que De la Prada sea feliz de nuevo es Juan Coullaut, un conocido psiquiatra con clínica propia en Madrid. Después de aterrizar en la capital de un viaje a Nueva York, la diseñadora protagonizó un caluroso encuentro con su novio, al que no tuvo ningún problema en abrazar e, incluso, besar en plena calle. La pareja no oculta su amor y se dejaron ver en un romántico paseo por las calles de la ciudad, dándose besos y arrumacos, después de comer juntos en un conocido restaurante, tal y como ha informado la revista Rumore.Al día siguiente del bonito reencuentro, los enamorados volvieron a verse, esta vez en el ático de la diseñadora, y después bajaron juntos a cenar. Al acabar la velada no les importó que se les viera cogidos de la cintura e intercambiando gestos cariñosos, para después despedirse con un beso en los labios.
Traumático divorcio
Seis meses después de separarse de su marido y padre de sus hijos, Ágatha Ruiz de la Prada ha encontrado el amor de nuevo. Parece que su relación con el doctor la tiene muy ilusionada, tanto es así que recientemente hizo unas declaraciones en las que dejó clara la mala relación con su ex, del que no quiere saber nada.
La diseñadora lo ha pasado realmente mal desde que Pedro J. le comunicó que quería el divorcio porque se había enamorado de otra mujer, la abogada Cruz Sánchez de Lara. Tras la fatal noticia ni sus hijos ni ella misma ocultaron lo mal que lo estaba pasando De la Prada, que llegó a perder varios kilos por la situación. Después de unos meses muy duros para la diseñadora, en los que se volcó en el trabajo y en sus hijos para afrontar esta nueva etapa de su vida, finalmente ha recobrado la ilusión y las ganas de creer en el amor.