Tras dos décadas cogiendo polvo, de la Prada ha rescatado su diseño del fondo del armario y ha vuelto a colocárselo para visitar al Papa Francisco I. Al poseer los títulos de Marquesa de Castelldosrius y Baronesa de Santa Pau, la modista se vio obligada a vestir de negro debido al reglamento, que exige que las mujeres que se encuentren con el Pontífice lleven vestidos o faldas cuyo largo supere la zona de la rodilla y que sus escotes no sean muy pronunciados. Además, se recomienda el uso de mantilla y que la joyas que se porten no sean muy llamativas. En cualquier caso, la socialité quiso aportar su toque personal y se atrevió a colocar un corazón como cima del tocado.
Sin embargo, existe una excepción para las reinas o para las mujeres de los reyes de los países católicos, a las que sí les permite vestir de blanco. Se trata del "privilege du blanc", una especie de recompensa que se brinda a los territorios que, en pleno auge del protestantismo, se mantuvieron fieles a la religión que se profesa en el Vaticano. Por esta razón, la Reina Letizia se pudo presentar con un traje en tono hueso durante su visita al Papa en 2014.
De la Prada, muy emocionada
La diseñadora madrileña compartió con todos los seguidores de su cuenta de Instagram una imagen en la que el Santo Padre aparecía sujetándole la mano. "Que emoción. Fan total del Papa Francisco", escribía junto a la instantánea. Además, en la sección de historias de la red social, de la Prada también publicó un vídeo del momento tan especial y otra foto frente a la Basílica de San Pedro con un filtro en blanco y negro, que choca con el alegre momento por el que está pasando en su vida. La modista ha empezado una relación con Luis Miguel Rodríguez después de terminar su fracasado matrimonio con Pedro J. Ramirez y ha confesado en más de una ocasión que está plena de felicidad.