Ahora se han podido conocer más detalles sobre cómo habían visto esta relación en la familia, y tal y como adelanta el programa 'Sálvame', Isabel Preysler no apostaba por esta relación desde hacía tiempo. Es más, según Alonso Caparrós, se habría puesto en contacto con él para enviarle un mensaje directo y claro.
Al parecer ella está hundida, sin parar de llorar desde que llegó a casa de su madre, y no solo por la traición, sino por la humillación pública que ha supuesto esto para ella. Mientras, siente que el tiempo le ha dado la razón a su madre, que no estaba a favor de tal relación, algo que ha detallado el reportero Omar Suárez. "Nunca habría visto con buenos ojos la relación", ha contado.
"Por ejemplo, cuando Tamara decidió meterse a monja, le dijo que creía que fuera para ella pero que la acompañaba a un convento. Fue Tamara la que dijo en el último momento que no", ha contado el reportero de 'Sálvame', contando que Preysler es la mejor consejera de sus hijos, pero que ellos siempre tienen la última palabra.
Asimismo, la colaboradora Gema López ha apuntado a que desde hace tiempo era evidente que entre suegra y yerno no empatizaba, que no había buen rollo entre las partes, Aurelio Manzano también contaba que en la que en la fiesta por el 40 cumpleaños de Tamara Falcó la prensa ya se dio cuenta de eso. También Carmen Borrego ha aportado datos al respecto, diciendo que fue Isabel Preysler la que advirtió a la pareja de que tenían que dar explicaciones ante la prensa antes de ir a la boda: "Le dijo a su hija que no podían entrar sin hablar", ha dicho la colaboradora.
Preysler marca distancia con Onieva
Y parece ser de que Isabel Preysler ya le dijo a su hija que tuviera cuidado con Onieva. "Ella es imagen de marcas importantes que no les gusta estar unidas a escándalos de este tipo", han contado desde el plató de 'Sálvame'. Según Alonso Caparrós, colaborador de 'Sálvame', la madre de Tamara Falcó se habría puesto en contacto con Íñigo Onieva para lanzarle una advertencia. "Le ha mandado un mensaje muy claro", y así lo transmitía el colaborador, como si lo estuviera diciendo Preysler: "Íñigo, mantente alejado de mi hija. Ni la llames ni te acerques ni te pongas en contacto con ella".