El partido del adiós era el del Sagan Tosu contra el Vissel Kobe y se trataba de un momento muy especial para todos, puesto que en el equipo rival también se encontraban grandes amigos: Andrés Iniesta y David Villa. Como no podía ser de otra manera, el homenaje a 'El niño' fue de los que ponen la piel de gallina: el estadio apagado, imágenes de su trayectoria en el fútbol y la canción 'Photograph' de Ed Sheeran sonando de fondo. Imposible no emocionarse.
Las lágrimas se saltaban entre los asistentes, entre ellos Andrés Iniesta, con el que se fundió en un sentido abrazo. Además, allí también estaban sus tres hijos y su mujer, Olalla Domínguez, con la que tiene una bonita relación desde que eran adolescentes. Tanto los pequeños como su mujer le entregaron sendos ramos de flores y la anécdota de la noche la protagonizó su hijo, al que le dijo que se trataba del último partido en el túnel de salida y él respondió: "Si, y después vacaciones".
Las palabras de agradecimiento a la afición
La carta seguía: "También de los éxitos con la Selección Española. He vivido sensaciones de gran emoción y felicidad. Quería dar las gracias al fútbol por haberme hecho tan feliz. Pero no quiero olvidarme de la parte más auténtica del fútbol, la que hace que este deporte sea tan maravilloso, los aficionados. Gracias a todos y cada uno de los aficionados de los equipos en que he jugado por quererme, animarme y respetarme. También a aficionados rivales porque me habéis hecho ser mejor jugador. Espero que os haya hecho disfrutar con mi fútbol y os haya inspirado de alguna manera. Nunca dejéis de perseguir vuestros sueños. Ha sido un verdadero placer. Gracias fútbol, gracias afición".