Pese a que desde la clínica han dicho que ha mentido y que tomarán medidas legales, ella insiste en su testimonio.
Adara Molinero hizo una denuncia pública a través de sus redes sociales, enseñando que había sufrido unas quemaduras en sus piernas tras someterse a un tratamiento láser con el fin de eliminar algunas marcas. Tras sus quejas, diciendo que se tuvo que ir corriendo a urgencias y que incluso salió en braguitas del establecimiento por el dolor que sentía, ahora la clínica podría presentar una demanda por sus palabras, puesto que al parecer ella no habría contado las cosas como fueron.
Ella insiste en su testimonio, es más, muestra el informe de urgencias donde le diagnosticaron quemaduras de primer y segundo grado. Ahora el dermatólogo podría planear demandarla por falso testimonio, pero para ella es solo un farol: "Lo que quieren es parar todo esto, pero voy a seguir adelante con lo que me han hecho". Mientras que desde la clínica han contado que es el procedimiento normal para eliminar manchas y que estaba avisada de lo que pasaría, ella lo niega: "Yo fui a la clínica a hacerme un láser en las piernas y me hicieron 3 tipos de láser. Yo, como es un dermatólogo, confiaba", ha recalcado.La televisiva ha contado que lloraba cuando le pasaban el láser por el dolor que sentía y las personas que la atendieron no sabían qué hacer: "Se pusieron a echarme aire frío, querían ir a la farmacia a pincharme no sé qué...", ha añadido. "Me puse la chaqueta que me tapara mis partes íntimas porque no me podía rozar nada las piernas de lo que me dolía, de lo que me escocía", contó en su momento.
La clínica se defiende
Mientras, en un comunicado la clínica explica que aunque el tratamiento tiene un 'excelente balance de beneficio-riesgo', este tipo de tratamiento no está exento de estos efectos, que son esperados. Destacan que los efectos son leves y transitorios, y pese a que ella insistiera en que le iban a quedar marcas en las piernas, varios expertos han asegurado que no será así.
Desde la clínica insisten en que es frecuente que los resultados se interpreten como quemaduras profundas o de segundo grado, pero en realidad es la respuesta habitual a la fuente de luz, y suele ser un daño epidérmico superficial. Ella no está de acuerdo con esta opinión, por eso ha dejado claro que seguirá hacia adelante.