12 días después de presentarse formalmente el divorcio ha transcendido a la prenda el primer punto de este -se estima- largo acuerdo de divorcio: quién se queda con la casa de 60 millones dólares que la pareja tiene en Hidden Hills, California. Pues al parecer y como se podría intuir ya será Kim Kardashian la que siga residiendo allí con sus cuatro hijos, mientras que Kanye West lo hará en el rancho que tienen en Wyoming, algo que lleva haciendo desde principios de 2020.
Ya a comienzos del mes de febrero y todavía cuando el divorcio era un rumor, el rapero mandó retirar de la mansión sus más de 500 pares de zapatillas, una simbólica forma en la que se podía suponer ya que el también diseñador ya no pintaba nada bajo el mismo techo que la que muy pronto sería su exmujer. Los motivos de esta decisión no sería otros que, por un lado, que los cuatro hijos del matrimonio puedan seguir haciendo la misma vida que hasta ahora a pesar del divorcio de sus padres (ir a la misma escuela, seguir viendo a sus primos por parte de madre...) y que es Kim Kardashian la única interesada en seguir viviendo allí ya que es la ciudad en la que nación, creció y en la que todavía viven toda su familia.
¿Qué va a ocurrir con la mansión?
En cuanto a la custodia de los cautro hijos que tienen en común (Noth, Saint, Chicago y Psalm) será compartida e igualitaria. Eso sí, todo apunta que de momento los niños seguirán residiendo en la mansión de Los Ángeles y no lo harán en el rancho de Wyoming en el que se encuentra el rapero para poder seguir con sus estudios como hasta ahora.