Menos de una semana ha tardado en solucionarse el drama del reloj de Rafa Nadal. El pasado martes el tenista denunciaba la desaparición de la joya valorada en 300.000 euros, un día después encontraban al ladrón y dos después ya conocemos la sentencia: 6 meses de cárcel.
Una venganza planeada
El ladrón ha hablado con una publicación francesa, donde ha relatado la motivación de su acto. Al parecer, el relojero de la marca había prometido al camarero uno de sus diseños. Éste no pareció cumplir su palabra, por lo que decidió hacerse con uno él mismo. Según sus palabras, no pretendía vender el carísimo diseño, sino tenerlo como recuerdo.