A pesar de que últimamente ha estado alejada de la pequeña pantalla, pues ha dedicado los últimos dos años al cuidado de su hija Antonella, a quien tuvo en 2013 por inseminación artificial, ahora quiere retomar su trabajo en la interpretación. Estos son los cuatro acontecimientos que han marcado su vida.
Serie 'Un paso adelante'
Si hay un momento clave en la fama y reconocimiento de Mónica Cruz es, sin duda, su participación en la serie 'Un paso adelante'. Su paso por la producción despegó su carrera profesional hacia el estrellato y le abrió numerosas puertas en el mundo de la interpretación.
Tras su finalización se creó el grupo UPA Dance, del que formó parte junto a sus compañeros en la serie Miguel Ángel Muñoz, Pablo Puyol, Beatriz Luengo y Silvia Marty. El disco fue un éxito de ventas, llegando a vender más de 700.000 copias (UPA Dance y UPA Dance Live), así como la posterior gira musical del grupo en la que llenaron los estadios de toda España, incluso llegaron a actuar nada más y nada menos que ante 10.000 personas. Sin duda, UPA Dance se convirtió en un movimiento multitudinario que todavía perdura hasta nuestros días. Los fans, tanto de la serie como del grupo, están pidiendo ahora un reencuentro de los artistas debido al décimo quinto aniversario de su estreno en la pequeña pantalla.
Participación en 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas'
Tras el fenómeno 'UPA' la carrera de Mónica despegó internacionalmente. Después de la gira realizó varias películas de éxito en Francia e Italia, como 'En busca de la tumba de Cristo', de Giulio Base o 'Liolà', de Gabriele Laiva. También ha aparecido en otros filmes como 'Caminando', con Lolita Flores y Antonio Canales, 'Last hour', '9 meses' y 'Astérix y los juegos olímpicos', junto al famoso Gérard Depardieu.
Conocida ha sido su participación en la cuarta entrega de la saga 'Piratas del Caribe' por doblar a su hermana Penélope en algunas escenas de acción, debido al avanzado estado de su embarazo. Por ese motivo decidieron que la mayor de las Cruz rodaría los primeros planos, para que se viera su rostro, pero no su cuerpo, y recurrirían a su hermana para los planos más alejados.
Mónica dio así el salto a la gran franquicia de Hollywood gracias al gran parecido con su hermana. Hasta aquel momento había tenido dificultades para trabajar en la industria estadounidense debido a sus problemas con el inglés.
En 2011 volvió a la pequeña pantalla incorporándose a la exitosa serie de TVE 'Águila Roja' en la que interpretó a Mariana, una mujer de familia acomodada que renuncia a su estilo de vida después de enamorarse de Richard Blake, un pirata inglés.
Que Mónica Cruz lleva el baile en la sangre ha quedado bastante claro. Esto, junto a su espectacular currículum como bailarina durante 27 años, hicieron que en 2016 reapareciera de nuevo en televisión como jurado del talent show de Antena 3 'Top Dance' junto a David Bustamante y Rafael Amargo. Sin embargo, después de tan sólo cuatro entregas, el programa fue cancelado debido a sus bajos datos de audiencia.
El nacimiento de su hija Antonella
Sin duda alguna uno de los momentos más importantes y emocionantes en la vida de Mónica Cruz ha sido el nacimiento de su hija Antonella. La pequeña nació el 14 de mayo de 2013 en la Clínica Ruber de Madrid, fruto de una inseminación artificial.
Desde siempre Mónica ha expresado su deseo de ser madre, ya fuera con una pareja o soltera. Sin suerte en el amor y decidida a hacer realidad su sueño, quiso quedarse embarazada mediante la inseminación artificial, una decisión que defendió a capa y espada y que quiso contar públicamente para agradecer a todos aquellos anónimos que ayudan a muchas mujeres como ella a cumplir el sueño de sus vidas.
Recientemente ha confesado que le gustaría darle un hermanito a Antonella, aunque todavía no sabe cuándo, dado que se encuentra reincorporándose al trabajo, pero tampoco quiere esperar mucho. Probablemente repita la maravillosa experiencia de ser madre en un año o año y medio.
La dura pérdida de su padre
Algo que ha marcado la vida de Mónica Cruz recientemente ha sido el repentino fallecimiento de su padre, Eduardo Cruz, a los 62 años a causa de un infarto, en junio de 2015. La noticia sorprendió a toda la familia y a su segunda esposa, Carmen, con quien mantenía una relación desde hacía 12 años y con quien tenía una hija de tres, Salma.
Mónica y sus hermanos tuvieron que enfrentarse a esta dolorosa pérdida, pero lo hicieron unidos, como siempre han estado. Sin duda, Eduardo fue un pilar fundamental en la vida y carrera de sus hijos, a quienes siempre ha apoyado en todo junto a su madre Encarna Sánchez. A pesar de que Eduardo y Encarna estaban divorciados desde 1999, la relación de éste con sus hijos era excelente. Desde pequeños han crecido escuchando a su padre cantar las canciones de Camilo Sesto y, quizás, es lo que les ha llevado a decantarse por el arte como profesión. Desde el fallecimiento de su padre Mónica ha sido incapaz de volver a escuchar la música del cantante alicantino.
Ninguno de sus hijos olvida a Eduardo y lo tienen presente día a día desde que se fue. Poco después de su fallecimiento, tanto Eduardo hijo como Mónica homenajearon a su padre en las redes sociales. El pequeño de los Cruz fue el primero en recordarlo en su cuenta de Instagram, donde colgó una fotografía en blanco y negro de su padre y escribía: "Si se calla el cantor... Calla la vida. Buen viaje papá y nunca dejes de cantar. Te amo". Tan sólo unos días después, imitando a su hermano, era Mónica la que quiso compartir primero una imagen de ella de pequeña con su padre, y minutos después otra instantánea antigua de los tres hermanos Cruz con su padre en un fotomatón.
Un año después de su muerte, Penélope le rindió un pequeño homenaje en las redes a modo de recordatorio. La actriz publicó la imagen de un anillo iluminado por una luz arcoiris acompañada de estas bonitas palabras: "Papá... ayer entraste por la ventana convertido en este arcoiris de luz. Un año ya sin ti, pero estás aquí. Cuánto te quiero, papá. Papá...". Poco después sus hermanos compartieron la misma foto.