Nacido el 21 de abril de 1992 en Arroyo de la Miel (Málaga), Francisco Román Alarcón Suárez, más conocido como Isco, dio sus primeros toques a un balón de fútbol en la escuela de fútbol del Retamar en Benalmádena. De ahí pasó a las filas del Atlético Benamiel, donde tuvo la oportunidad de darse a conocer a nivel nacional al destacar en algunos de los torneos que participó el equipo.
Eso le valió para que, con tan solo 14 años, en el año 2006 fuera fichado por el Valencia. Comenzó en las categorías inferiores, debutando en primera división -aunque seguía siendo jugador del filial- en un partido de Copa del Rey contra el Logroñés en noviembre de 2010, marcando dos de los cuatro goles por los que ganaron los valencianistas. Finalmente Isco decidió salir del club porque allí no terminaba de formar parte de la primera plantilla a nivel oficial.
Tras ello, en julio de 2011 el Málaga pagó la cláusula de rescisión y el futbolista regresó a su tierra, donde rápidamente conquistó a todos con sus genialidades con el balón. Además en su primera temporada el equipo se clasificó para jugar la Champions League, campeonato en el que debutó en septiembre de 2012. Un mes antes también había debutado con la camiseta de La Roja formando parte del equipo de la Selección Sub21 que participó en los Juegos Olímpicos de Londres.
Durante las dos temporadas que permaneció en su Málaga natal consiguió profesionalizarse y hacerse un hueco en La Roja al tiempo que un gran equipo como el Real Madrid puso sus ojos sobre él. También durante ese tiempo llegó a su vida Victoria Calderón, la mujer que le conquistó y que se mudó con él a la capital cuando firmó su contrato con los madridistas en junio de 2013 -en octubre de ese mismo año debutaría en la selección absoluta nacional-.
Entonces comenzó una nueva vida con el dorsal 23 a la espalda -el que en su día llevó David Beckham-, buscando siempre destacar en las oportunidades que le daban para hacerse un imprescindible de un equipo en el que es muy complicado hacerse hueco fijo. De hecho fue tras una lesión de Gareth Bale en su segunda temporada cuando empezó a ser uno de los principales.
Así transcurría la vida de Isco en Madrid, donde trató de seguir manteniendo en la más estricta privacidad su vida íntima. Una 'regla' que se saltó cuando en agosto de 2014 llegó al mundo su primer hijo con Victoria Calderón, al que pusieron su mismo nombre. Un año después el deportista cambió del dorsal 23 al 22, seguía luchando por hacerse un hueco, pero a nivel personal su noviazgo con su chica empezaba a hacer aguas.
Finalmente la pareja rompió a principios de 2016 y ella regresó a Málaga junto a su familia mientras que Isco se quedó en Madrid cumpliendo con su labor profesional. En primavera de 2017 se habló de una posible reconciliación al tiempo que el futbolista fue relacionado con la actriz y modelo Carmen Muñoz. Ni lo uno ni lo otro siguió adelante y en verano el deportista se fotografió con una exuberante mexicana en Las Vegas que respondía al nombre de Estefanía.
Ese affaire tampoco se consolidó como sí lo hizo su relación con Sara Sálamo. El futbolista y la actriz empezaron a hablar por las redes sociales y un día decidieron conocerse en persona. Su romance saltó a los medios de comunicación en octubre de 2017, cuando fueron pillados juntos en el teatro tras varios días de rumores. No fue hasta principios de diciembre cuando decidieron hacer pública su relación con dos tiernas fotos en las redes sociales; desde entonces sus muestras de cariño a través de dicho medio han sido una constante.
