Ingrid Alexandra de Noruega nació el 21 de enero de 2004 en el Hospital Nacional de Oslo, convirtiéndose en la hija mayor de los Príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega y, por lo tanto, en la Heredera al trono por detrás de su padre. El nombre de Ingrid es uno de los habituales entre los miembros de la realeza de las naciones escandinavas, mientras que el de Alexandra esconde un pequeño homenaje a su bisabuelo, el Rey Olaf V.
Cuatro meses después de su nacimiento la pequeña fue bautizada en la Capilla del Palacio Real y hasta allí acudieron numerosos invitados entre los que se encontraban el Rey Harald V, la Princesa Marta Luisa o Victoria de Suecia que fueron los padrinos de la pequeña junto a Felipe de Borbón, aunque este último no acudió a la ceremonia puesto que en apenas un mes celebraba su boda y estaba inmerso en los preparativos del enlace.
Tan solo un año después de su nacimiento, la Princesa Ingrid se convirtió en hermana mayor tras el nacimiento de Sverre Magnus de Noruega en el mismo centro hospitalario donde ella lo hizo.
En 2010 la joven comenzó su trayectoria escolar y lo hizo, como ya es tradición en la Familia Real, asistiendo a una escuela pública llamada Janslokka a la que también acudió Marius Borg, hijo de Mette-Marit de Noruega fruto de una relación anterior.
Precisamente en el mes de Junio de ese mismo año fue una de las damas de honor en la boda de la Princesa Victoria de Suecia y, desde aquel año, la hija de Haakon y Mette-Marit ha tenido un papel destacado en determinados actos y compromisos públicos de la Familia Real como el Día Nacional o una pequeña entrevista que dio junto a su padre en la que abordaba la protección del medio ambiente ligada a los más pequeños.
Ahora bien, en 2014, la Casa Real anunció que la joven seguiría con sus estudios en un centro privado llamado Oslo International School cuyo aspecto más destacado y que, por lo tanto, habría gustado a sus padres era su educación en inglés, rompiendo así con la tradición de las escuela pública entre sus miembros provocando el enfado de sus ciudadanos que, en este sentido, siempre les había tenido como modelos.
En 2015 bautizó un barco salvavidas de la Compañía de Rescate Noruega llamado Elias y del que ella había sido madrina y, también en ese año, la joven protagonizó un emotivo episodio cuando debía dar su primer discurso en honor del patrón nacional . Aquel día se puso tan nerviosa que no pudo contener las lágrimas y tuvo que ser su madre quien saliera en ayuda de su hija y terminara el discurso.
Ahora bien, tan solo un año después, obtuvo un papel destacado en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno que se celebraron en la ciudad de Lillehammer, cuando tuvo el honor de encender el pebetero que daba inicio a los mismos al igual que ya hiciera su padre en 1994 con los Juegos Olímpicos de Invierno.