Corinna Larsen es hija de Finn Bönning Larsen y Ingrid Sauerland Larsen. Nació el 28 de enero de 1964 en una familia de clase media, su padre era ejecutivo de la aerolínea Varig. La primera vez que se casó fue a los 25 años con el empresario Philip J. Adkins. Gracias a esta unión, nació en 1992 su hija llamada Anastasia. El matrimonio con su primer marido no salió del todo bien y decidieron separarse.
Fue en el año 2000 cuando celebró su segunda boda civil en Londres con el alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn. En esta ocasión se trataba de una boda civil, nunca religiosa. Fue en este enlace cuando la alemana adoptó el apellido de su pareja. En el año 2002 tuvo un hijo con su esposo al que decidieron llamar Alexander. Cinco años después de haberse casado, en 2005, el matrimonio se separó pero todavía ella sigue usando el apellido de su exmarido.
Fue entonces cuando Corinna zu Sayn-Wittgenstein comenzó a codearse por los eventos que organizaba la jet set europea. La mujer acudía a las alfombras rojas y a las cenas más emblemáticas presentándose a sí misma con el cargo de Princesa. Ha fundado varias empresas como Authentics Foundation y es la directora general de Boss & Co.
En el año 2006 conoció en una cena en Alemania al Rey Juan Carlos I de España. Desde entonces, entre ellos nació una relación de amistad bastante importante. La prensa nacional apunta que era ella la que organizaba los safaris de lujo para los clientes más ricos europeos a los que acudía el Borbón. Además, los medios se atreven a asegurar que en el viaje tan polémico al que acudió el monarca en el año 2012 entre los invitados y participantes ella era una de las protagonistas. Hay que añadir que en este safari el Rey Juan Carlos I sufrió una aparatosa caída de la que tuvo que ser hospitalizado e intervenido.
Se ha escrito mucho de ella tanto en la prensa nacional como en los libros publicados por expertos en la Casa Real. La escritora Pilar Eyre afirma en su libro llamado 'La soledad de la reina' que es una mujer muy atractiva que caló hondo en la vida sentimental del monarca. Los escándalos sobre la vida de Corinna zu Sayn-Wittgenstein no finalizan aquí. En 2007 el Príncipe Saudí Alwaleed bin Talal recibió a la mujer en Riad como la representante de la Corona Real Española. Nada más hacerse pública esta información, fue la misma Zarzuela la que tuvo que pronunciarse y declarar que no tenían constancia de estos hechos.
En las pocas declaraciones que ella misma ha dado a The New York Times califica a Juan Carlos I como un amigo de la familia. Además, admite colaborar con el gobierno de España en temas con Oriente Medio como mera consejera. Otro de los escándalos que ha protagonizado sucedió en el acontecimiento judicial llamado 'Caso Noós' en el que se vio involucrado el propio Iñaki Urdangarín. En estos juicios, el exsocio del yerno del Rey afirmaba que el marido de la Infanta Cristina avisó a Corinna para que le colocará personalmente una retribución en la Fundación Laureus.
En el año 2013 trabajo para la Casa Real de Mónaco donde era la consejera de Alberto II y la asesora de imagen de Charléne. A raíz de este puesto de trabajo, las noticias que la involucran son escasas pero en 2017 volvió a saltar a los titulares de los principales periódicos por la pelea que tenía con su marido por el apellido que estaba usando la propia Corinna. El príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn exigía que su exmujer se desprendiese de este cargo pero ella ha declarado que se niega.
