Blake Fielder-Civil es un actor que nació en Nothamptonshire, Inglaterra, un 16 de abril de 1982. Su madre, Georgette Civil, era actriz y fue junto a ella con quien se inició en el mundo del a interpretación compartiendo pantalla en la serie de televisión 'The Jeremy Kyle Show' cuando era tan solo un niño.
Pero no fue precisamente por su carrera el motivo por el que obtuvo la fama, sino por haberse convertido en causante de toda la desgracia de la vida de Amy Winehouse. Se conocieron en 2004 en un pequeño pub londinense, poco después de que la cantante sacase al mercado su álbum debut 'Frank'. Por aquel entonces ambos tenían pareja, pero las dejaron para empezar una relación sentimental. Este primer noviazgo les duró apenas un año, hasta que Fielder decidió dejar a la cantante para volver con su exnovia, algo que hizo que Winehouse cayese en una fuerte depresión y en el alcoholismo.
A finales de 2006 retoman su relación. Fielder ya consumía drogas desde hacía un tiempo y fue en enero cuando incitó a la cantante a consumir crack por primer vez y ya en septiembre ambos tenían una adicción muy fuerte. Entre medias se casaron. Fue entonces cuando los paparazzi los fotografiaron con heridas en la cara y ensangrentados, resultados de una pelea de la pareja en la acabaron cortándose con botellas rotas al estar colocados de todas las drogas que consumían. Por este mismo motivo él tuvo que ingresar en la cárcel donde permaneció durante 27 meses.
Esta tormentosa relación fue en la que se inspiró la británica para componer su mayores éxitos como 'Back to black'. A su salida de prisión, ambos retoman su matrimonio. La cosa no mejoró sino que fue a peor y siguieron sumidos en el mundo de la drogadicción. Finalmente en 2009 se divorcian.
Posteriormente inicia una relación sentimental con Sarah Aspin , con quien tuvo su primer hijo en mayo de 2011. Volvió a pasar por la cárcel de nuevo acusado de un robo con una pena de 32 meses. Estaba allí cuando se enteró de la muerte de Amy Winehouse en julio de ese mismo año. El actor cae en una fuerte depresión, ya que tanto los fans como los medios lo culparon de introducirla en las drogas que le acabaron causando la muerte.
Aunque luego consiguió continuar con su relación sentimental al salir de la cárcel, su adicción a las drogas no terminó. En agosto de 2012 estuvo a punto de morir por la ingesta excesiva de drogas y alcohol. Permaneció en el hospital durante un tiempo conectado a una máquina de respiración asistida tras haberle inducido un coma por tener varios órganos dañados. Según informó su madre luego a la prensa, el motivo de esta sobredosis habría sido causado un mensaje que recibió de la que había sido su mujer (al recuperar el teléfono que le quitaron al entrar en prisión) en el que le decía que quería ser la madrina de su hijo. Afortunadamente salió con vida de este grave acontecimiento.
El joven siguió adelante con su vida y se mantenía gracias a lo que cobraba en las entrevistas que concedía a distintos medios hablando sobre su matrimonio con Amy Winehouse, cómo se habían iniciado en las drogas y cómo lo habían vivido ellos desde dentro.
Poco o nada se volvió a saber de él hasta que en 2016 concede una entrevista a la reportera Erika Jarvis. En ella contó a la reportera que se había mudado a Leed, a las afueras de Londres, a un pequeño apartamento con su novia Chrissy. Ambos están arruinados y se tenía constancia de que vivían sin luz por impago de las facturas. Arrastra desde la muerte de Amy Winehouse la carga de haber sido el culpable de sus adicciones, algo que le impide retomar una vida normal.
