Anna Ortiz es una joven catalana que llevaba una vida de lo más tranquila, trabajando como peluquera, hasta que llegó a su vida Andrés Iniesta. Fue el 5 de octubre del año 2007 cuando el futbolista entró en un bar y se fijó en aquella joven que desde el principio supo que iba a ser la mujer de su vida.
Le costó unos días hacerse con su teléfono y conseguir tener una cita con ella. Pero su flechazo fue instantáneo. Además lo que tenía claro Anna Ortiz es que, aunque se iba a convertir en una WAG, quería llevar una vida lo más relajada posible, intentando mantener su intimidad y, eso sí, apoyando a su chico en todos y cada uno de sus compromisos -y más si se trataba de partidos de vital importancia tanto con el Barça como con la Selección Española-.
Así comenzaron un romance que rápidamente se consolidó, ampliando la familia con la llegada al mundo de su primera hija el 3 de abril del año 2011, una niña a la que pusieron por nombre Valeria y que nació 9 meses después del gol decisivo de Iniesta en la final del Mundial de Sudráfica 2010 -de hecho él en alguna ocasión comentó que había sido hijo de un gol-. La pareja estaba en una nube y, meses después de estrenarse como padres, decidieron que querían dar un paso más en su relación personal y se comprometieron.
En abril de 2012, coincidiendo con el primer cumpleaños de la pequeña Valeria, saltó a la luz pública la noticia de que se iban a casar tras la Eurocopa 2012. Una boda que se celebró el 8 de julio de ese año en el Castillo de Tamarit, situado en la pequeña localidad de Altafulla, Tarragona.
Alrededor de 700 invitados fueron testigos del 'sí quiero' de Andrés Iniesta y Anna Ortiz, que convertidos en marido y mujer posaron para los medios de comunicación con una gran sonrisa y brindaron por su felicidad sin olvidarse del tradicional beso con el que sellaron un día mágico. El recién estrenado matrimonio disfrutó de su luna de miel en México, desde donde tuvieron que desmentir una segunda boda por el ritu maya: "Nuestra única boda fue el domingo. ¡Estamos en México de luna de miel!", escribió el futbolista en sus redes sociales desde Cancún para evitar confusiones.
A su vuelta a España continuaron con su tranquila vida en la Ciudad Condal, desde donde anunciaron en octubre de 2013 que iban a volver a ser padres gritando a los cuatro vientos que Valeria iba a tener un hermanito. Pero el destino es caprichoso y, cinco meses después de ese anuncio y de saberse que iba a ser un niño al que pondrían por nombre Andrés, la pareja perdió al bebé que estaba esperando.
Un duro varapalo del que se repusieron poco a poco con la esperanza de seguir intentando volver a ser padres. Para ello buscaron ayuda profesional y acudieron a una clínica de fertilidad de Barcelona. Y, por fin, en junio de 2015 anunciaron que habían repetido partenidad con el nacimiento de Paolo Andrea, al que recibieron con la mayor de las alegrías. Y cuando parecía que la familia no iba a seguir creciendo, en abril de 2017 saltó la noticia de que Anna Ortiz estaba otra vez embarazada. El 16 de mayo vino al mundo su hija Siena, con la que formaron una familia numerosa.
