De ascendencia argentina, Ángela Cremonte nació el 3 de abril del año 1985 en Madrid. Desde pequeñita supo que quería dedicarse al mundo del artisteo y se preparó para ello asistiendo durante 7 años a clases de gimnasia rítmica y ballet, así como formándose en Arte Dramático en Réplika Teatro y estudiando verso clásico. Asimismo también se licenció en la carrera de Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid; cursando también algunas asignaturas en el extranjero, en la Nottingham Trent University.
Una gran base y una gran formación gracias a la que poco a poco se fue abriendo camino en los diferentes campos de la interpretación, teniendo títulos tanto en televisión como en largometrajes y cortometrajes, teatro e incluso anuncios publicitarios.
Su primer título fue en el año 2000 participando en la película de Víctor García León 'Más pena que Gloria'. Después llegaron otras como 'Vete de mí' (2006) del mismo director, 'La dama boba' (2006) de Manuel Iborra o 'Todas las canciones hablan de mí' (2010) de Jonás Trueba.
A lo largo de todos esos años también se subió a las tablas del teatro con obras como 'Cervantes circus' (2008) de José Luis Sáiz, 'The polyglots teatro' (2008) de Cruz Sánchez Pino o 'El viaje del actor' (2010) de Paco Plaza. Y en televisión apareció en series como 'La vida de Rita' (2003), 'Cuestión de sexo' (2007) o 'Impares' (2008).
Así poco a poco se fue haciendo nombre dentro de la interpretación, aunque su salto a la fama llegó gracias a su papel como Amaia Mondragón en 'Los hombres de Paco' (2010). Después llegarían otros en 'Gran Reserva' (2010), 'Hispania, la leyenda' (2010), 'Imperium' (2012), 'Amar es para siempre' (2013), 'Águila Roja' (2014) y 'Carlos, Rey Emperador' (2015).
Trabajos todos ellos que combinó con cine, participando en 2011 en 'La voz dormida' de Benito Zambrano, y con teatro, formando parte de títulos como 'Inmunidad diplomática' (2014), 'Misántropo' (2015) o 'Antígona' (2015). Ya en 2016 comenzó la obra teatral 'Hamlet' y combinaba sus funciones con la grabación de 'Las chicas del cable'.
Fue entonces cuando su vida personal empezó a formar parte de las revistas del papel couché. Y es que en la ficción de Netflix interpretaba a Elisa Cifuentes, casada con Francisco Gómez, personaje interpretado por Yon González. Y tantas horas de grabación hizo que el matrimonio no muy bien avenido en la ficción acabase convirtiéndose en una pareja sentimental en la vida real.
Los intérpretes iniciaron un romance pero siempre con la máxima discreción y que salió a la luz cuando fueron pillados en actitud muy cariñosa en alguna de las fiestas que se hicieron para presentar la primera temporada de la serie española. A cada uno de los eventos llegaban por separado, pero una vez que el photocall terminaba no tenían problema en dejarse ver juntos. Eso sí, el posado como pareja oficial no se produjo, posando juntos únicamente como parte de todo el reparto de la ficción. Más tarde, en octubre, fueron pillados durante una escapada a Tarifa, donde disfrutaron de unos días de kitesurf alojándose en una autocaravana a pie de playa.
